lunes, 6 de marzo de 2017

Wacken Open Air 2016, la previa

Hamburgo. Julio 2016.


Este relato consta de 4 capítulos que relatan nuestra ida festival de Wacken el año 2016, en Alemania. Es una especie de catarsis periodística que tengo. No hay muchos datos útiles quizás, pero si un montón de anécdotas personales sobre el viaje al paraíso metalero, la meca de los festivales dicen algunos.

Estábamos esperando el bus en Ljubliana y nos acordábamos que Chile es una larga y angosta faja de tierra, con poco más de 3000 kilómetros, conectados entre Arica y Puerto Montt y casi 5.000 kilómetros si queremos llegar, de manera dificultosa por tierra, a Punta Arenas. Entonces en Chile estamos acostumbrados a viajes largos vía terrestre, una noche entera quizás en algunos trayectos y más de un par de días a quienes se aventuren a ir más lejos. Ahora cuando compramos los tickets por Flixbus que nos iban a llevar desde Ljubliana a Hamburgo, nunca nos imaginábamos que la distancia de poco más de 1.000 kilómetros se nos iba a hacer tan eterna, acá la historia de este viaje.

Wacken 2016, el cartel que nos invitaba a asistir

El recorrido era saliendo de madrugada desde la capital de Eslovena, nuestro bus pasaba a buscarnos a las 1 de la madrugada, en una "terminal" que no eran más que un estacionamiento al aire libre, al costado de la estación central de trenes de Ljubliana. Reconozco que pasamos susto cuando vimos que eran sobre las 1:15 de la mañana y la soledad predominaba en la noche eslovena... y no llegaba nada, pero solo fue eso, un susto, ya que el bus finalmente arribó, el terminal con unos 20 minutos de atraso, para alegría de nosotros que esperábamos. Fue una noche completa, de un cómodo viaje que incluía sillones reclinables y aire acondicionado, para llegar de mañana a Münich, estirar las piernas y luego tocaba abordar un segundo bus que nos iba a hacer recorrer 12 horas más, para hacer un total de casi 18 horas en unos buses Flixbus, que en un principio nos pareció cómodo, pero los olores y la posición sentada/rígida del bus, durante las 12 horas hicieron parecer el lugar una especie de mini-infierno. No se si recuerdan Tur-Bus, esos buses chilenos que paran en todas las ciudades...,bueno, Flixbus fue similar... ¡¡Se detuvo en toda ciudad que tenía en la ruta desde Munich a Hamburgo!! No hay cuerpo que aguante tal azote. Lo lindo, es que conocimos toda Alemania, aunque por bus. Para una próxima, creo que dosificaré el viaje y me iré en tren (...y lo sugiero). En fin, después de este eterno trayecto, llegábamos a la capital del pecado alemán. Hamburgo es una especie de Amsterdam, pero con un presupuesto más acotado y menos masiva que su par holandesa. Me encanta Hamburgo, es mi ciudad favorita en Europa, el año 2014 hice una completa reseña al respecto. Si tuviera que elegir una ciudad para vivir en el viejo continente, elegiría Hamburgo. Es una lastima que también sea la favorita de la gente con más dinero en Alemania, pues es una de las más caras. Bueno, después de esta introducción, nos dábamos cita en la ciudad del norte germano, pues en un par de días más iba a comenzar la nueva edición del festival de Wacken Open Air y la ciudad de Hamburgo era lugar de cita en los días previos al festival.

Una nueva edición de "se quedaron dormidos" 

El azote del bus ya nos estaba dejando molidos
El motivo para ir este año era doble. Recuerdo que el 2014, al salir del festival de este año, dije que iba a ser la última vez en Wacken, pero esto parece un mal chiste. Pato me había dicho que siempre decía esa frase y él ya iba por su 6ta edición del festival. Ahora el motivo para pasar por Wacken eran mis amigos, que nunca habían ido, yo cometí el error de hablar mucho del festival, entonces ellos me terminaron de dar vuelta la tortilla y convenciéndome para ir este año, eso si reconozco que no les costó mucho convencerme. Ellos ahora me daban motivos para ir, así que sacamos tickets para la edición 2016 del festival y ahora iba como una especie de guía turístico para esta versión. Los motivos crecieron cuando se confirmó que la cabeza de cartel era nada más ni nada menos que mi banda favorita, Iron Maiden, entonces de pasar de ser un viaje sin tanto entusiasmo inicialmente, pasó a ser uno de los mejores Wacken que tengo recuerdo.

El azote por tierra

La pandilla en el barrio rojo de Hamburgo
Pero vamos por orden, habíamos llegamos a Hamburgo, luego de ese eterno viaje mencionado, gentileza de Flixbus, a eso de las 21:00. Luego de una rápida orientación, partimos a la zona de Repeerbahn, donde teníamos reservas en el AO Hostel, un hostal de bajo presupuesto que tenía todo lo que buscábamos: ubicación central, costo discreto y la posibilidad de alojar todos mis amigos en una misma pieza. Si alguna vez alguien salió de vacaciones escolares todos en una pieza, bueno, esto era bien similar, de alguna manera sentíamos que eramos adolescentes de nuevo. Ya en el hostal, se unió Erick al grupo. Ojo, el A&O Hostel no es un lugar para recomendar a una novia pues de glamour, pero para nuestro objetivo mochilero estaba ideal. Como era costumbre de las versiones de nuestro recorrido en Hamburgo del 2012 y 2014, partimos al pub Night Light's, hogar de nuestra velada nocturna en esos días de juerga en la ciudad del norte. la cosa se puso mejor cuando de madrugada arribaba David. Con esto, el contingente de los "The Kabros" estaba completo para la citación del Wacken 2016, esa noche obviamente, cerramos el local.

La cosa ya era un desorden

El equipo en Hamburgo
A Hamburgo le dimos un par de días, como se debe acostumbrar. A los muchachos les hice el recorrido turístico habitual por la ciudad, hermosa y pulcra como siempre, recordemos que Hamburgo es una de las ciudades con más poder adquisitivo de Alemania, aunque igual se las ingenia para compartir con una diversidad cultural que impresiona, con barrios de fiestas, con ambientes punketas, con aire de puerto (el segundo más grande de Europa) y con un sentido enorme de respeto y tolerancia que permite tener un barrio de diversidad sexual totalmente aceptado. Claramente si quieres comer en algún lugar lujoso, encontrarás un restaurante que te haga gastar como corresponde a una de las ciudades más caras de Alemania, pero como nosotros eramos unos pobres viajando, recurrimos a cuanto local de inmigrante turco existía. Obviamente aprovechamos esos días para hacer las ultima compras antes de partir a Wacken, que este año parecía que iba a ser bien lluvioso. Como mencioné anteriormente, si quieren más detalles sobre Hamburgo, deberán leer la reseña de la ciudad que hice en un viaje del 2014.

Aprovechamos de pasar por la lavandería sicodelica
Y refrescar nuestras gargantas mientras lavábamos
Ya era miércoles, después de dos días haciendo una adecuada previa, que incluyó otro par de cierres del Night Light's y una lavada de ropa en una lavandería sicodelica, nos cargamos de unas cervezas y nos disponíamos para dejar Hamburgo y rumbo a Wacken, desde la Hauptbahnhof, hacia a Itzehoe, lugar desde donde salen los buses de acercamiento al festival. Ya el tren, con un puñado de poleras negras, se iba empezando a divisar los campos de Parque Eólicos, tan típicos en Scleswig-Holstein. Las nubes negras también se hacían presentes, hasta que a poco minutos de arribar, la lluvia se empezó a hacer presente de manera más categórica, parece que era verdad que esta versión de W:O:A iba a ser muy lluviosa.

Mapa fácil

Estación Central de trenes de Hamburgo
Al arribar y después de las fotos y abrazos de rigor, les adelanté a mis amigos que el uso de bototos iba a ser prioridad, así que fueran desde ya a cotizar algunos en el pueblo. Wacken se prepara para esto, así que luego de caminar a nuestra zona de camping, reservada como la E, que este año mucho más cercana que las versiones anteriores, volvimos al pueblo para ser testigos de como el barro empezaba a dejar anegado el festival. El barro era una postal clásica, todos los años se daba, pero esta versión las cosas se hicieron más dificultosas. Me recordó a la versión del 2012 donde el barrial fue tónica y no permitía los libres desplazamientos. Tanto fue esto que la organización comenzó a trabajar para futuras versiones, sistemas de drenaje que pudiesen evitar esto, fue tanta la molestia del respetable, que los tickets que habitualmente se agotaban a las horas del inicio de ventas, no se han agotado a la fecha que escribo esto. Entonces, imaginen lo desagradable que era caminar por este mar de fango, donde el barro se hundía hasta las canillas y si no tenías mala suerte, hasta las rodillas por alguna poza y fondo que no era divisado, súmenle a esto el alcohol o la noche, donde ir de un lugar a otro era todo un desafío para los sentidos y la destreza física. Este trayecto fue la dificultad mayor del primer día.

La aldea Wacken, con aires húmedos

El team The Kabros en W:O:A
Después de darle unas vueltas al pueblo, comprar las mencionados botas para el agua y empezar a bajar las "birras" necesarias, decidimos ir a la zona de los escenarios ya que esta primera noche iba a ser adornada por Phil Cambell, que era el encargado de dar la bienvenida a los asistentes. El ex guitarrista de Motorhead se lució con una buena selección de temas, aunque claramente recurriendo a la nostalgia de la reciente ida de Lemmy, donde una interpretación de Heroes de David Bowie, botó más de alguna lagrima para todos. Fue la primera noche de bandas y de reconocimiento del festival. A todo esto había mucha gente y el barro en los ingresos provocaba los primeros colapsos en los accesos, más cuando llegaba otro grupo de amigos, pero que no hallaban la forma de encontrarnos, así que fue una hora tratando de encontrarlos, en medio del barro y las carpas.

Phil Campbell
Obviamente seguíamos la noche no terminaba ahí, las cervezas seguirían presentes. Esa noche la cerramos con el grupo celebrando que ya estábamos acampando en Wacken, motivos teníamos para brindar.

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Wacken 2016:
Wacken 2016, la previa
Wacken 2016, el primer día

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Flixbus, los buses baratos
A&O Hostel Reeperbahn

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