domingo, 21 de abril de 2019

De como nos arrancamos una semana a Icalma

Diciembre del 2018


2018 fue un año lleno de trabajo y estudios, donde trataba de organizar el departamento con Khris, con quien ya llevamos un buen tiempo compartiendo desayunos. Ese mismo año en que me gané una beca para hacer unos estudios sobre investigación clínica y donde ella estaba haciendo su último año de medicina china. También fue el año donde decidimos darle comienzo a nuestra empresa que tenía por objetivo ordenar nuestros trabajos bajo una etiqueta en común (y una boleta también). Ya era noviembre y lo único que habíamos hecho para salir de Santiago era tomar un auto para alejarnos una hora y disfrutar un fin de semana en la playa, pero nada más. Quizás para la media de un país que trabaja de sol a sol, nuestra realidad no se alejaba mucho del promedio, pero por noviembre nuestro estrés subía como si fuera una tetera que en cualquier momento iba a explotar, por ende, Khris recordó una laguna que está en el límite de Chile con Argentina, a unos 700 kilómetros al sur de Santiago, por ende, decidimos partir rumbo al lago Icalma.


La ruta a seguir
Desde Santiago y después de avanzar todo un día, parada en Chillan incluida, llegábamos hasta Temuco, la capital de la región de la Araucanía, en una de las regiones más agitadas y manoseadas de Chile, no desde hace pocos años, sino que es una realidad está presente hace siglos, desde que los conquistadores españoles llegaron a la zona y se enfrentaron a los Mapuches, que también habían sido conquistadores de este terreno, desatando una guerra de siglos de duración, que ha sido usada por historiadores para señalar que el pueblo Mapuche nunca fue derrotado. Esto último es algo cuestionable, pues los Mapuches son una nación que carece de unidad de poder, esto desde que llegaron desde las tribus provenientes del Chaco, por allá en el siglo X quizás antes, mucho antes de su establecimiento en lo que llamamos Araucania... pues bien, esto es solo una teoría, pues nunca ha existido claridad sobre el origen de los Mapuches y su historia se puede ligar a muchos pueblos precolombinos. Esta mezcla de historia y misticismo, fue lo que dio a los Mapuches un sello característico, que los hizo luchar por siglos contra los españoles, y que finalmente al entender que con armas no era una buena manera de triunfar, cambiaron las carabinas por el alcohol y y la conquista por misiones católicas, logrando penetrar en el impenetrable bosque del sur de Chile... y su capital, Temuco, recién fue fundada en el 1881, se erigió como el centro cívico de la región de la Araucanía, recién en el siglo XX. Los Mapuches actualmente, son entre 30% al 50% de la población de la región, número que varía pues existe una aprehensión de los chilenos en reconocer sus raíces nativas, como dicen, todos tenemos sangre mapuche, unos en las venas y otros en las manos.

Un par de horas para aprovisionarnos antes de partir a las zonas más altas de la región, donde desaparecen los mapuches y comienzan a hacerse presentes los Pehuenches, aquellos mapuches que no quisieron bajar de la cordillera, quizás encantados con el mismo paisaje que se hacía presente una vez que cruzábamos ciudades, cada vez más pequeñas. Quedó atrás Gorbea y Melipeuco, donde comenzaron a aparecer carteles del majestuoso Parque Nacional Conguillio, al cual le daríamos paso un par de días después. Luego de cruzar la reserva China Muerta, nos encontramos con un bosque de araucarias, donde ya no había civilización, ni señal de celular ni una ligera pisca de civilización.

Después de unas 3 horas de ascenso, aparecía el hermoso Lago Icalma, lugar donde nos dejaríamos caer un par de días. A 1.300 metros, el hermoso lugar nos daba la bienvenida. Estábamos a 3 kilómetros del paso Icalma y la frontera con Argentina. El centenar de casas que adornaba el pueblo se hacía ínfimo, al lado de tanta vegetación y naturaleza. A pocos kilómetros el Icalma se empalma con la laguna Galletúe, dando inicio al rio Bio Bio, uno de los más grandes de Chile. Extraño era estar en un lugar con tanta calma, después de la introducción donde se hablaba de un pueblo violento y combativo, pues claro, salíamos de la zona de conflicto y nos encontrábamos con Mapuches y colonos de la zona más cordillerana y lejos de encontrar violencia y caos, solamente veíamos paz y tranquilidad. Y claro, esa introducción con ese tono fue algo intencionada, para mostrar que los medios muchas veces nos presentan una realidad bastante lejos de la que realmente existe.

El pueblo de Icalma y la laguna, a nuestras espalda la frontera con Argentina

Nos quedamos en el camping Pehuenche Mapu, por $3.800 diarios, por persona. Un lindo lugar con agua caliente, buenas zonas de camping y por sobre todo, una tranquilidad perpetua.





Uno de los objetivos de nuestro recorrido era recorrer el Parque Nacional Conguillio. Fundado en 1987, consecuencia de la unión de los Parques Conguillio y Parque los Paraguas, es uno de los más conocidos y visitados de Chile. Es un lugar reconocido tanto a nivel nacional como internacional, por sus hermosas postales, que han sido utilizadas incluso en reportajes de la BBC. Más de 60.000 hectáreas son difíciles de recorrer en un solo día, pero fue lo suficiente para recorrer las principales postales que nos regalaban las lagunas al interior y la hermosa imagen que da el Volcan Llaima.

Al cuarto día decidimos marchar, decidimos irnos por la ruta que pasa por la Comunidad Quienquén,  pasando por la laguna Galletué para terminar saliendo por el Tunel las Raices. Es una ruta muy solitaria, por el medio de hermosos paisajes en un camino que reconozco que estaba muy bien cuidado. Las rutas de las zonas alta de la Araucanía son una de las más lindas que he recorrido.

Dos paradas en la ruta, la primera fue en Nativa Malalcahuello, una pizzeria que nos deleitó con una buena carta, heladas cervezas y precios bastante más accesibles de los que pensé que iba a encontrar por la calidad de los productos. Después paramos en las Termas de Rio Blanco de Curacautín, donde llegamos con muchas más expectativas de las que realmente encontramos, pues al ir en temporada baja, no estaban todas las piletas abiertas, lo positivo es que nos cobraron menos y estábamos solos en el lugar (Si, literalmente solos).

Y ya era hora de volver a Santiago, pasamos la ultima noche en un motel de carretera cercano a Chillan, que era lo más barato que encontramos. Preguntamos en 3 hosterías y todas cobraban sobre $35.000, unas cabañas cobraban sobre $50.000... y el el motel de carretera solamente $15.000.

Y agregamos unas fotos de los parques recorridos, para que se convenzan de ir al Icalma, una de las joyas escondidas de nuestro país.








Distancia recorrida: 1500 kms app
Camping Pehueche Mapu: $3.800 pp (2018), con agua caliente y buenas duchas.
Nativa Pizzería: $10.000 consumo promedio p/p. Link: acá.

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