lunes, 24 de julio de 2017

Machu Picchu por Santa Teresa y la Hidroelectrica

Este es un resumen de nuestro viaje a Machu Picchu. Cabe destacar que la maravilla del mundo moderno, recibe un flujo anual que supera el millón de personas. Entonces hay que entender que poco aportaremos con los datos que ya se conocen del lugar, por el contrario, este relato tiene un tono más personal y busca ser guía de quienes buscan una opción más barata para llegar al lugar. La mayoría de los datos acá escritos fueron recogidos de otras webs y blogs, así que es probable que se encuentren con cosas que ya hayan escuchado antes, de todas maneras si no es el caso, disfrútenlo y sáquenle el mayor provecho.


El Cusco, Mayo del 2017.
Al llegar a la capital turística de Perú, como señalábamos en el capitulo anterior, encontrarán miles de avisos de como irse al Machu Picchu y a la hora que uno mencione que quiere ir para allá, los "cazaturistas" irán a la búsqueda de uno. Por eso antes de partir, conviene aclarar primeramente estos tres puntos para que no se vean tan desprevenidos.

El Cusco, la ciudad propiamente tal, es la capital del departamento del Cusco. Se le llama también la "Capital turística del Perú". Además, fue la capital histórica del Imperio Inca, que en su breve existencia hace centenares de años atrás, dejó importantes huellas que aún se mantienen en la actualidad. El Cusco está a unos 1.000 kilómetros de Lima y a unos 500 kilómetros de Arequipa. Queda en la ladera oriental de la Cordillera de los Andes, viven poco menos de medio millón de personas y está ubicada a unos 3.400 metros de altura por sobre el nivel del mar.

Machu Picchu, es una de las "Nuevas 7 maravillas del mundo moderno". Está en el límite de la sierra peruana, con el amazonas del mismo país, conservando un poco de ambas regiones geográficas del Perú: montañas y selva. Machu Picchu está hacia la ladera oriental de los Andes. Es un recinto arqueológico donde no se puede pernoctar, a menos que desees pagar los 1000 y algo dolares que cuesta la noche en el hotel Belmont Sanctuary Lodge. Está a unos 2400 metros sobre el nivel del mar. Entonces uno desde el Cusco, "baja de altura" en dirección a Machu Picchu. Este recinto arqueológico está a unos 100 kilómetros del Cusco y a unos 8 kilómetros de Aguas Calientes.

Aguas Calientes, conocida también como "Machu Picchu Pueblo", que no es lo mismo que el recinto arqueológico de Machu Picchu, del cual está distanciado por unos pocos kilometros. Aguas Calientes está a unos 82 kilómetros del Cusco y es paso obligado de quienes deseen subir al Machu Picchu, por ende, todos deben alojar en Aguas Calientes si pretenden quedarse más de un día en la nueva Maravilla del Mundo. El pueblo está ubicado a poco más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, a orillas del río Vilcanota y un poco más abajo del recinto arqueológico del Machu Picchu. Aguas Calientes como mencionábamos, está a un par de kilómetros del recinto arqueológico, aunque acá las distancias son bien relativas, ya que al haber montañas y caminos que no son en linea recta, será mejor hablar de "tiempos". Por ejemplo, Aguas Calientes está a unas 2-3 horas en tren de El Cusco, si uno decide irse en tren, o a un día de viaje, si decide irse en micro y caminar por la linea ferrea. Si queda dudas, será mejor seguir leyendo el capítulo.

Gentileza: losmejoresdestinos.com

Existen varias formas de llegar desde el Cusco a Aguas Calientes:
- La más simple es tomar un tren desde el Cusco hasta aguas calientes, a través de las únicas dos empresas que proveen el servicio: InkaRail y PerúRail. El valor ida y vuelta es cerca de 150 dolares ida y vuelta. Muchos consideran esta ruta para los gringos, las personas de tercera edad o quienes deseen ir directamente a Machu Picchu, evitando las rutas largas. Es la más cara, pero la más cómoda y la que demanda menos tiempo. Nosotros no hicimos esta ruta.

- Camino del Inca. Es una ruta utilizada por los amantes del outdoor. Diversos tours por la ciudad del Cuzco la ofrecen y demora 3 a 4 días. Por las referencias, es por la cual más te impregnas del senderismo, pero es una ruta que requiere algo de preparación física, no es un paseo. Nosotros no hicimos esta ruta.

- La ruta por Santa Teresa - Hidroeléctrica. Es la más popular dentro de los jóvenes y quienes les guste la caminata, pero no sean unos "expertos senderistas". Esta ruta rodea las montañas que están detrás de Machu Picchu. Uno recorre algo más de 200 kilómetros, pero primero en una carretera rodeada de montañas de la sierra peruana, por ende, los tiempos se alargan, luego tiene que hacer una distancia de unos 10 kilometros aproximadamente caminando por la ruta del tren. Uno si se lo propone, puede llegar en un día a Machu Picchu, pero para mejor comodidad y disfrutar del hermoso recorrido, uno puede hacerlo en dos días o más. Nosotros si hicimos esta ruta.

- Claramente existen más rutas, es cosa de googlear y verás que hay diversas maneras de llegar al Valle del Inca, pero nosotros nos vamos a referir a la que hicimos, en la cual nos íbamos a demorar tres días, pero finalmente hicimos en recorrido en 4 días.



Nuestra ruta

Nuestro pullman
Salimos del Cusco rumbo a la Terminal de Buses que está cerca del cementerio. No me atrevo a dar un nombre  del terminal, porque en el camino escuchamos como tres denominaciones diferentes, referidos al mismo lugar. Lo mejor es decir que uno busca los micros que van rumbo a Quillabamba. La mejor forma de ubicar el terminal, desde la Plaza de San Blas, es salir rumbo a la Plaza del Cusco y caminar por la misma calle que va al mercado San Pedro, avanzar por la misma calle, cruzar la linea ferroviaria y al llegar al final de la calle que hemos mencionado, girar a la mano izquierda y en dos cuadras llegarás. Afuera del terminal hay colectivos que ofrecen el recorrido, pero nosotros decidimos tomar el micro. Esta parte la hicimos caminando y nos demoramos unos 20 minutos, pero ojo que es subida y se notan la altura, en el Cuzco el taxi es barato, recuerden. Al llegar al terminal, son solo un par las empresas que ofrecen el recorrido, pero encontramos una que nos ofreció el pasaje a 20 soles hasta Santa María, lugar donde debes bajarte para continuar el viaje en colectivos más pequeños. Ojo que los buses van rumbo a Quillabamba, y debe bajarse antes de llegar al destino, en el pueblo de Santa Maria, hay que avisarle al auxiliar. Son unas 3 horas de recorrido donde primero subes unas montañas, hasta sobre los 4.000 metros de altura, antes de bajar de frentón a la selva peruana. La ruta es muy linda, pero en temporada de lluvias (diciembre a marzo) puede estar cortada por los deslizamientos de tierra. Nosotros la hicimos sin novedades y comiendo una enormidad de productos gastronómicos que nos ofrecían en el camino, como el infaltable choclo con queso.

La ruta era compleja

Choclos!!!
Curvas de la muerte

Pero el paisaje vale la pena
Al bajar en Santa María, que es un pueblo de dos calles, puedes fácilmente divisar los taxis que ofrecen el recorrido hasta Santa Teresa. Nos cobraron 10 soles por hacer este recorrido. Vas rodeando el río Vilcanota y el trayecto es una autentica maravilla, aunque vamos pegados a unos acantilados que te hacen recordar a tus deidades en cada curva.

Santa María 
Haciendo pucheros porque no se llenaba el colectivo

Bienvenidos a Santa Teresa
Finalmente llegamos a Santa Teresa de la Convención, o Santa Teresa a secas. Acá pretendíamos pasar una noche y movernos rápido, pero nos encontramos con un pueblo bien amable y con la celebración del Cristo De Mayo. Por tal motivo, decidimos quedarnos una noche más (que finalmente fueron tres). El Cristo de Mayo es una antigua celebración religiosa, bien arraigada en la época colonial de Sudamérica. Acá nuevamente aparece el sincretismo cultural del cual mucho hablamos en el Cusco. En Chile la celebración es muy recordada por el Terremoto en Mayo del 1647, que acarreó todo un mito en el Santiago que se estaba formando, la Quintrala y muchas leyendas al respecto. Todo un acontecimiento la celebración, que fue dejada de lado en el siglo XX, pero acá en Santa Teresa de la Convención, esto seguía de pie. El Cristo de Mayo, siempre se relaciona con tragedias, este amable pueblo no fue la excepción, fue re-ubicado hace 20 años un poco más arriba de río, que antes estaba colindante, pero por una crecida del Vilcanota, el cual fue un verdadero desastre, que se llevó al pueblo y trajo muertos y destrucción, decidieron refundarlo más arriba. Se respira calma en el lugar y hay varios alojamientos para pasar la noche. El que elegimos nosotros fue el Hospedaje Quilla, que por 30 soles la noche (regateados, como se estila en Perú), nos ofreció una habitación, con una cómoda cama, un buen baño y un antejardin que nos permitía disfrutar de desayunos al aire libre. Una vez instalados, salimos a unirnos al pueblo. Santa Teresa nos recibía con una fiesta que incluía bailes, comidas, fuegos artificiales y petardos sin parar.

Celebración del Cristo de Mayo 
Celebración del Cristo de Mayo

Celebración del Cristo de Mayo 
Celebración del Cristo de Mayo

Celebración del Cristo de Mayo

Celebración del Cristo de Mayo

Celebración del Cristo de Mayo

Celebración del Cristo de Mayo

Celebración del Cristo de Mayo

Celebración del Cristo de Mayo
El quedarnos en Santa Teresa fue una buena idea, es un pueblo muy tranquilo. Esto nos permitió pasar por las Termas Cocalmayo, distantes a unos 30 minutos caminando, donde por 10 soles la entrada, nos daba acceso a tres hermosas piscinas termales, un lugar perfecto para recargar energías.

El Valle de Santa Teresa

Bichitos en la sierra 

El almuerzo... perdón, una gallina 


La entrada de la terma
5 horas metidos adentro, totalmente recargados
Al tercer día decidimos partir. Para eso distribuimos mochilas, dejamos una en el hospedaje y nos fuimos ligeros a Aguas Calientes. Para esto primero, tomamos un colectivo, que por 5 soles, nos dejó en Hidroeléctrica, que debe su nombre a una pequeña central hidroeléctrica. Unos 20 minutos, continuando obviamente por la orilla del río, que nos dejó a los pies de una linea del tren que conecta Hidroeléctrica de Aguas Calientes, nos íbamos rumbo a Machu Picchu.

El día parte con un buen desayuno 
En este punto se inicia la caminata y es lo que se se llama "el Acceso Amazónico", bueno, eso decían los carteles ubicados a la entrada de Hidroelectrica. Son 10 kilómetros de caminata, por un terreno que no tiene mucha subida. y es tan simple como seguir la linea del tren. Al comienzo uno se puede enredar porque son varias lineas, pero es cosa de seguir a la gente o preguntarle a los trabajadores de la hidroeléctrica cual es la ruta del tren a seguir. La zona es una especie de reunión mochilera, llegan varias rutas de trekking y hay un ambiente que se pone muy en fiesta por algunos momentos, daban ganas de quedarse en el camino. Esta ruta es difícil de describir, por su belleza obviamente, en el camino hay varios puntos donde detenerse, incluso algunos minirestoranes. También hay zonas de camping para quienes deseen pasar una noche por acá, daba pena que durara tan solo 12 kilómetros.

El colectivo
Íbamos por buen camino

El acceso a la ruta 
Comienza la linea del tren

La ruta 
La ruta del tren sigue

A veces pasa el tren, con cuidado
Quedaba poco para llegar 
La felicidad de llegar impresa en una sonrisa
Después de poco menos de 3 horas caminando, llegábamos a Aguas Calientes. Nos empezamos a sentir más gringos, pues ya era un lugar con mucha gente y en especial turistas. Se sentía un ambiente de fiesta, que por las referencias, es fiesta durante todo el año. Aguas Calientes es una ciudad netamente turística, es el pueblo base de Machu Picchu por ende todo lo que vez son alojamientos, supermercados, restoranes y empresas de tour. Lo primero, obviamente, fue comer. Fuimos al mercado del pueblo, donde por 8 soles comimos el menú, bueno, bonito y barato. Nuestro ticket para Machu Pïcchu era para el día siguiente, por ende nos dispusimos a buscar alojamiento, pues ya eran las 6 de la noche, recordemos que en Perú se oscurece temprano. Pensamos que Aguas Calientes era más caro, pero no fue tan así, pero expliquémoslo de manera simple. Aguas Calientes está a los pies de un río, son dos calles planas y el resto es subida, entre más arriba, más bajan los precios. Nosotros llegamos hasta la tercera calle de subida donde alojamos en un hostal que se llamaba "Dalila", donde por 40 soles, encontramos donde pasar la noche. El lugar era muy simple, cama grande y baño privado, pero no necesitábamos nada más. Luego de instalarnos, salimos a recorrer el pueblo, donde la fiesta continuaba por todas sus calles. Los precios de sus restauranes no eran muy caros, la alta demanda y la enorme oferta, hacian bajar los precios.

Me sentía en casa
Los víveres para el día siguiente

Comparsas en todas las calles 


Y la fiesta no paraba
La fila era larga y eso que era temprano
Al día siguiente la alarma sonó a las 4:30 de la mañana, había que levantarse temprano pues teníamos una larga jornada. A las 5 y algo estábamos en la terminal de las micros que van a Machu Picchu. Existe la opción de irse caminando, pero son 700 metros en subida por 8 kilómetros. Como íbamos a caminar todo el día, nos "engringamos" y pagamos los 12 dolares que cuesta la micro. Este es uno de los "palos turísticos" que da Machu Picchu. El otro es el ticket de entrada al recinto arqueológico, que con nuestro ascenso al Huayna Picchu, quedaba en 200 soles y el otro palo es el tren, que ya mencionamos antes que era algo caro. Ojo, que ya a las 5 y algo de la madrugada en el paradero que llegamos nosotros, había una fila de no menos de tres cuadras, aunque esta avanzó rápido para tomar la micro, todo el mundo sale muy temprano para aprovechar el día. El bus subía por una cuesta rumbo a Machu Picchu y en unos 20 a 30 minutos, a las 6:30 de la mañana, estábamos entrando a unas de las 7 maravillas del mundo moderno.

La niebla aún estaba presente, aunque nuestro primer objetivo era la subir la montaña Huayna Picchu era imposible no detenerse a mirar la ciudadela, la cual recorreríamos en la tarde. Huayna Picchu es la montaña que queda detrás de la ciudadela, cuando uno toma la típica postal de Machu Picchu, de fondo de ve la montaña. Son poco menos de 400 metros, pero con ascensos que han inspirado a llamar sus escaleras, como las "escaleras de la muerte". Aún así, no lo encontramos tan severo, quien escribe con su poco estado físico y su habito fumador, logró subirlo en menos de 2 horas y desde arriba la ruta es imposible de describir con palabras. Lo malo, son 400 personas al día autorizadas para subir, separadas en dos grupos, personalmente creí que era una gente y arriba te topas con muchos que quieren tomarse fotos y exceso de selfies, versus quienes queríamos disfrutar y sentir la montaña. Khris me decía, en su zen y meditación, que cada quien disfruta su viaje como quiera, pero era imposible no sentirse algo invadido con tantas cámaras y una busqueda de la mejor foto para sus redes sociales, a veces abrumador, pero es el mismo fenómeno que se repite en todas las grandes maravillas del mundo y la plaga turística siempre estará presente. Para hacer este ascenso, uno al comprar el ticket, puede anotar la opción con la subida al Huayna, pero como son pocos cupos, conviene hacerlo anticipado (nosotros lo hicimos con dos meses de anticipación)

Inicio del ascenso

Ascenso 

Muchas escaleras

Bueno, nuestra selfie 
Seguíamos rumbo arriba
Seguíamos subiendo

La montaña 

Sin proponerlo, vimos el cartel que decía "Templo de le Luna". Seguimos hacia el allá, y el tramo era algo más duro, recordamos que un guardia nos dijo que si estábamos preparados lo hiciéramos, pero no consideramos que era bajar y volver a subir. Nos demoramos, porque íbamos mirando las rutas que bordeaban abismantes acantilados y también porque las subidas y las bajadas eran una  buena prueba física. Este recorrido no estaba en el plan y a pesar de que en algún momento odiamos haber tomado la decisión de hacer esta ruta, la amamos. Fueron un par de horas caminando por los cerros. Ya de mediodía, estábamos de vuelta en la ciudadela y le dimos el recorrido que merece.

Continúan las escaleras

Hacia el templo de la Luna
El templo de la luna, observe la lagrima 

En la ruta 

la gran caverna, ahí se guardaban momias

La lagrima nuevamente, mirando la roca 


De vuelta a la ciudadela
Se que sonará repetitivo, pero nuevamente señalo que no hay palabras que puedan describir la ciudadela, la complejidad del recinto es para análisis que los ingenieros disfruta. El haber realizado tamaña construcción, con tantas condiciones geográficas en contra, es para análisis del National Geopraphic y el programa Alienigenas Ancestrales. Si alguien me dice que hubo una mano de ayuda del espacio exterior, yo le creo firmemente. Después de varias horas caminando por su interior, y de manera más fría, me quedo con una frase que escuché en un blog amigo: "a los incas no los derrotaron los españoles, sino que los incas decidieron dejar que los españoles se queden".

La ciudadela 

Ella la compostura 
Y acá el DRI
Ya estábamos de vuelta en Aguas Calientes a eso de las 17:00 horas. Fueron casi 12 horas de caminatas, nos dimos un festín en el Restaurant-Pizzeria Ollantay: Una cuenta de 70 soles, con propinas, que parecía un festín romano, nos hacían recordar lo caro que es Chile. Entonces acá vino una decisión: si en vez de quedarnos una noche más en Aguas Calientes, volveríamos de inmediato a Santa Teresa, como nos habían contado que el camino por la linea del tren nocturno era un espectáculo aparte. Eran 10 kilómetros, ahora de vuelta, con la mochila de haber recorrido todo el día Machu Picchu. Ya era de noche y la ruta empezó a ser adornada con miles de insectos que prendían sus luces en medio de la selva, un verdadero espectáculo nocturno. Al llegar a Hidroeléctrica, nos percatamos que ya no habían taxis, ni colectivos, ni nada. Sólo encontramos una casa rodante y un guardia del recinto de la central hidroeléctrica, entonces nos quedaba caminar los 8 kilómetros que nos separaban de Santa Teresa. Era de noche y no había nadie en la ruta, ni siquiera para preguntarle por donde seguía el camino, la ruta se mezclaba con los caminos de una antigua mina, tanto así que la caminata comenzó mal y un guardia nos corrigió cuando vimos que llegamos a una entrada de una mina. Tampoco servía hacer dedo, nadie pasaba y el único ruido que nos acompañaba era el de los insectos y unos cuantos roedores que subían las montañas, no eran ratones, no eran cuys, nunca supimos de que se trataban, pero en un puente uno nos guió el paso, parecían unos guarenes mastodónticos. El cielo amenazaba lluvia y las piernas ya no daban más, pero logramos llegar, casi reventados, al hostal que nos había recibido en la ida, que obviamente, nos tenía guardada una pieza (le habíamos avisado por teléfono que volvíamos). Por fin en Santa Teresa, casi escribo por fin en casa, porque así lo sentíamos, era momento de una buena ducha y descansar, porque sentíamos agarrotados hasta los músculos que ni sabíamos que existían.

Un mil pies


Y acá dos pares de pies
Creo que esto vale la pena
Muchos de los datos fueron recogidos de acá, enorme agradecimiento a ellos.
- Acróbatas del camino
- Bitácoras de viaje

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El Cusco (Primera Parte) <<< Machu Picchu por Santa Teresa >>> El Cusco (Segunda parte)

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