lunes, 13 de noviembre de 2017

Parque Nacional Iguazú, Puerto Iguazú

Fines de Mayo, 2017

Por fin, después de 48 horas de viaje entre Salta e Iguazú, previa detención en Santa Fe, logramos llegar a la Triple Frontera. Era ya media tarde y el ambiente húmedo reinaba en esta parte del continente sudamericano. Nos sentamos en un negocio a robar internet, mientras pedíamos unos jugos para bajar el calor y decidir en dónde nos íbamos a quedar. Nos decidimos por una cabaña en las afueras de la ciudad de Puerto Iguazú. Quedaba al lado del paradero de micros, o colectivos como dicen en este lado de la cordillera, y nos permitía por unos 30 dólares la noche, un poco de privacidad y descanso. Las Cabañas Redeviac nos recibían con los brazos abiertos y Oscar, su anfitrión, nos daba una cordial bienvenida. Él se convertiría también en una especie de guía informativo de las actividades que realizaríamos esos días, una agradable persona, realmente sabía de todo un poco.

El Rio Iguazú es de este color, por la deforestación
Puerto Iguazú es una de las tres ciudades que forman parte de la triple frontera: Ciudad del Este por Paraguay, Foz de Iguazú por parte de Brasil y la mencionada Puerto Iguazú por el lado argentino. Esta última, es la más pequeña de la familia, en relación a cantidad de gente, pero tiene otros beneficios, resultado de su menor tamaño respecto a las otras urbes. La ventaja más importante, es que tiene el lado más grande de las Cataratas del Iguazú, lugar que motivó de manera personal, recorrer buena parte del continente en búsqueda de este punto. Acá tenemos que hablar un poco del parque: El Parque Nacional Iguazú, con más de 67 mil hectáreas, fue descubierto por el explorador Alvar Núñez Cabeza de Vaca, por allá en 1542. Aunque su exploración más documentada recién se puede remontar al 1881. En el siglo XX, grandes esfuerzos de los gobiernos brasileños y argentino, dieron un impulso para su desarrollo, que se vio exacerbado gracias al turismo, especialmente desde los años 80'. El parque fue declarado patrimonio de la humanidad hace un par de décadas atrás y finalmente las cataratas, una de las 7 maravillas del mundo moderno. Las Cataratas del Iguazú gozan como uno de los destinos más visitados del continente, actualmente el parque goza de un enorme territorio con una rica diversidad, propia de la selva misionera, o llamada también selva paranaense. Hay que aclarar algunos puntos antes de seguir: hablar del parque, no es lo mismo que hablar de la reserva, en estricto rigor la primera contiene a la segunda, aunque si agrandamos más el visor, el Parque Nacional Iguazú tiene su símil al otro lado de la frontera, por el lado brasileño. Juntas forman parte de un enorme área de más de 2.500 kilómetros cuadrados de tierras protegidas para el medioambiente, un área similar a la que posee el país Luxemburgo. Este sistema de reservas se ha ampliado de manera progresiva, con el fin de proteger una basta zona de territorio que aún se conserva "virgen" de la depredación del modernismo. Se nota que existe un trabajo arduo por los gobiernos locales, de conservar el parque para el respeto del planeta.

Al día siguiente al arribo, nos ganó la flojera y decidimos quedarnos en la cabaña y darle algunas vueltas a la ciudad. Estuvimos más tiempo en el patio de la enorme casa de Oscar, donde nos acompañaron los gatos y perros que convivían con él, y con nosotros igual. La casa de Oscar parecía un centro de rehabilitación, donde un par de gatos habían llegado en pobres condiciones, a solicitar asilo a la casa de nuestro amable dueño de casa. Al recinto de cabañas también arribaban otras personas. Era común ver llegar a esta zona fronteriza personas provenientes de rincones lejanos de la República Argentina, para ir esencialmente a Ciudad del Este, a abastecerse de productos que bajaban considerablemente su valor. Nos comentaban que a veces los precios de electrodomésticos estaban 4 veces más altos en el país trasandino, versus la ciudad paraguaya. El tema de la aduana se solucionaba con sobornos y "voalá", tenemos producto ingresado. En el lugar obviamente teníamos algunas lecciones de economía, pero nos dieron la información fundamental para recorrer el parque. Ese día esperamos que bajara el sol, para irnos a dar una vuelta en la húmeda Puerto Iguazú. Ese día llovió bastante, así que por suerte no quisimos ese mismo día ir al parque, sino al siguiente.

Una pequeña guía para recorrer las Cataratas del Iguazú

La Garganta del Diablo, la más imponente caída
Al otro día, nos embarcamos temprano en la micro para ir rumbo al parque. Acá sirvieron las recomendaciones de Oscar, las cuales comparto acá. Primero, para que se entienda, las cataratas del Iguazú están divididas entre Argentina y Brasil, en una distribución 80% y 20% aproximadamente. Las cataratas forman parque del Río Iguazú, que pocos kilómetros más adelante se acaba en el Río Paraná, lugar donde se encuentra la triple frontera, propiamente tal. En estricto rigor las cataratas del Iguazú son 275 caídas de agua, aunque la mayor, es la denominada Garganta del Diablo, con cerca de 80 metros, de por si, todas las otras caídas en conjunto, forman parte de un espectáculo difícil de describir en unas líneas. Como dato útil, el lado argentino del parque donde se pueden las Cataratas de Iguazú, es enorme y es necesario darle un buen tiempo para recorrerlas. Un día entero no estaría mal, porque además de las cataratas, se han abierto circuitos de senderos que permiten ver la diversidad de la flora y fauna paranaense. El bus te deja en la misma entrada, donde está la boletería de ingreso, que divide el pago entre argentinos, ciudadanos pertenecientes al Mercosur y otros extranjeros. Existe un enorme área de servicios, donde también se encuentra una especie de museo sobre la historia del parque, con importante material fotográfico desde principios de siglo, con imágenes de los colores que poblaron la zona de misiones.

Entrada al tren
Para ir a las cataratas, hay un tren, denominado "Tren Ecológico de la Selva", la primera estación está en la entrada del Parque, pero conviene caminar a la segunda estación, llamada "Estación Cataratas". Acá se puede uno dirigir por las tres rutas principales de trekking para recorrer los saltos. Nosotros decidimos partir de inmediato por la Garganta del Diablo, por ende, abordamos el tren hasta la estación denominada de igual manera "Estación Garganta del Diablo", donde empezamos a hacer la ruta roja, la más larga, pero la con menos escaleras. Está demás decir que la entrada te permite subir al tren las veces que desees. Luego volvimos a la estación cataratas, para hacer los dos circuitos restantes. Para hacer estos recorridos, uno usa fácil la mitad del día, a paso lento, por ende si nosotros llegábamos a las 10 de la mañana, estábamos terminando a eso de las 3 de la tarde. Por ende, se sugiere darle un día entero al lado argentino del parque. Actualmente hay más recorridos, algunos trekking por el área más selvática, pero la "vedette " siguen siendo las caídas de agua. Existe la posibilidad de hacer el recorrido en menos tiempo, para quienes quieran irse el mismo día al lado brasileño (el cual solamente se hace en un par de horas), pero andarías corriendo y no se disfrutará.
El tren ecológico

Compartimos unos datos útiles (actualizados sl 2017)

Mapa Gentileza de Opcióniguazú.com.ar

-  Ticket general: $500 pesos argentinos.
Ticket para ciudadanos del Mercosur (Brasil-Paraguay-Uruguay-Venezuela: $400 pesos argentinos
- Ticket para argentinos y residentes: $260 pesos argentinos
De ahí los precios bajan para jubilados y residentes de la provincia.

El ticket da derecho a usar baños, el centro de visitantes, usar el tren y cruzar a la isla interior. Lamentablemente cuando nosotros fuimos, estaba cerrada la isla por las condiciones de el río (estaba con mucha agua).

Al interior hay un local donde venden alimentos, obviamente son más caros, uno puede llevar comida por su propia cuenta, nosotros llevamos sandwich y frutas. Sugerimos llevar agua, o botellas para llenar, ya que la humedad es alta y el agua es fundamental para mantenerse bien el la caminata.

Una sugerencia muy importante es tener todo a la mano y bien afirmado, ya que hay robos al interior del parque, lo simpático es que los robos no lo hace la gente, sino los Coatiés, unos pequeños omnívoros, parientes de los mapaches. Estos muchachos son muy sociables, pero estarán atentos si estas con alguna comida para quitartela, fueron varios los turistas que vimos caer con "lanzazos" de frutas y helados, por parque de los simpáticos coatíes.

Tiempo entre Puerto Iguazú a la entrada del Parque: 30 minutos en bus, aproximadamente, desde la rotonda que queda en el cruce con la aduana rumbo a Brasil. Sumar 20 minutos más si se toma el micro desde la ciudad, ya que se da varias vueltas antes de partir rumbo al parque.

Parrilla no muy cara y bien en sabores
El parque es una linda experiencia en general. Es muy diverso y grande, difícil de explicar con palabras, las fotos se hacen pocas y el tiempo también. La conservación es maravillosa y la señalización al interior, de igual manera. Es uno de los destinos más visitados de Sudamérica, pero hay tanto espacio, que pocas veces te rozas con demasiada gente, a excepción de los puntos más críticos, por ejemplo en la garganta del diablo. Ya de tarde, nos devolvíamos a las cabañas, pero antes, la encargada de la noche, fue una hermosa parrilla en "Chin-Chulin", a pesar de estar en el límite casi afuera de Argentina, conservaban ese sabor indescriptible que define a la parrilla argentina, a pesar de estar en sus fronteras (a metros de la frontera, en estricto rigor).

Un pequeño repaso fotográfico del Parque Nacional Iguazú y por supuesto
algunas de sus 275 cascadas

Fauna paranaerense
Pirámide alimenticia

La Garganta del Diablo 
La Khris mirando la Garganta del Diablo

Las mariposas eran plaga 


Una postal

Los coatiés, dueños de la zona 
Paseos interiores

La isla interior, cerrada por el flujo de agua 

Los rios interiores del parque 
Perspectiva

Bueno, a paso lento para el día siguiente nos íbamos al lado brasileño, entre las ciudades puedes cruzar fácilmente, aunque si quieres alejarte de la zona fronteriza, más allá de 30 kilómetros, debes hacer los trámites de inmigración. Como nuestra idea era irnos a la costa, tuvimos que hacer todo el trámite de la frontera, estábamos en las tierras brasileñas, pero eso quedará para otro capitulo.

Llegámos a Brasil!!! (Y su sol con humedad también estaban)

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