Julio 2014.
Florencia o Firenze como la encontraremos escrita allá, en el centro de Italia, la cuna de un movimiento artístico y cultural, que durante el siglo XV, puso fin a la Edad Media e inició lo que históricamente conocemos como Renacimiento. Una ciudad llena de historia y lugares que recorrer, que se nos cruzó en el mapa de nuestro viaje por un tema logístico y que teníamos exactamente 24 horas para recorrer (... y quizás menos). Volvíamos de
la Toscana, después de pasar unos días en casa de nuestra amiga América, que durante un par de días nos mostró las bondades del mundo menos citadino del Italia turístico. Día sábado, con 35 grados de calor y América con su novio, nos dejaban en la puerta del hostal elegido para pasar la noche en Firenze,
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La despedida |
El lugar elegido fue el
5 Sensi B&B, con muy poca publicidad, bien escondido y que elegimos más que todo por su cercanía con las estaciones de trenes Campo de Marte, que en la práctica, vimos que no estaba tan cercana, pero bueno, ya estaba elegido. Tuvimos algunos problemas, como que el lugar estaba discretamente señalizado y que al tocar el timbre, nadie salía, luego de llamar a un teléfono que estaba indicado cuando esto ocurría, el dependiente había llegado. Nos despedimos de los muchachos con muchos agradecimientos y con la invitación a volver a Chile. Procedimos a ingresar al lugar que realmente era una casona grande, de esas construcciones del siglo XIX, pero muy bien conservada, de amplios espacios. En verdad no hicimos mucho reparo en recorrer el hostal, porque había que salir rápido a conocer la ciudad en su atardecer, Florencia nos invitaba a conocerla un sábado en la noche.
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Santa María Novella |
El recorrido armado no fue muy complicado, encontramos una micro que por recomendación de un negocio de cigarros, era la que nos dejaba cerca del centro. Los italianos en general reciben muy bien al turista, varias fueron las veces que preguntábamos por lugares y siempre nos respondían de buena manera, después al preguntarnos de donde éramos y mencionar que eramos chilenos, salían a colación los siguientes nombres: Arturo Vidal, Zamorano, Matias Fernandez y otros embajadores culturales que tenemos en el viejo continente. Comenzamos con Santa María de Novella, una zona donde está la estación de trenes del mismo nombre, cuyo nombre es dado por la gran Iglesia que adorna la plaza del lugar.
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Carrusel de niños |
Desde ahí comenzamos el recorrido por el centro histórico de Florencia, declarado por la UNESCO como patrimonio de la humanidad y el nombre está bien otorgado. Las construcciones son enormes, con una clara muestra de la grandeza que tuvo el Gran Ducado de la Toscana en épocas pretéritas. Aunque hayan pasado más de 500 años desde esto, las construcciones se mantienen imponentes y muy bien conservadas, Al llegar a la Plaza de la República logramos divisar el enorme arco que rodea los edificios de lujosas marcas, adornados al medio con un carrusel de esos que salen en los cuentos de niños.
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El campanario |
Pero las pieza que se lleva los aplausos fueron las de la Plaza del Duomo: La Iglesia de Santa María del Fiore y su campanario. Con una restauración reciente, mostraba una muy buena conservación, llegamos a una hora precisa a este lugar, atardeciendo cuando aún el lugar es iluminado con rayos del sol y se inicia la iluminación artificial del lugar, realmente una de las construcciones más lindas que he visto en mi vida, las fotos pueden ser un buen ejemplo, pero verla en vivo es otra cosa. Se demoraron más de 100 años en construirla, por el año 1300. Traté de sacarle muchas fotografías, pero era imposible encuadrarla en la plaza, ya que la Iglesia está como "incrustrada" entre los callejones de la ciudad y no permite sacar una mejor imagen, quizás la fotografia más clásica es desde lo alto de la ciudad, desde el parque Miguel Angelo. Es el lugar recomendado como centro religioso de lo que algún día fue el Reino de la Toscana, así lo sugiere la
guía para recorrer Florencia, en la cual nos basamos para conocer la ciudad.
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Desde el Duomo de Florencia |
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Hard-Rock Firenze. |
Luego de esto, nos fuimos a buscar algo de comer, claro, unos "fideos" para no perder la costumbre si estábamos en Italia. A pesar de comer en el centro histórico del lugar, los precios no eran elevados, pensando en lo turístico del lugar, un menú por 10 euros no deja de ser poco. Después de pasar por el Hard-Rock del lugar, para no perder la costumbre, correspondía cruzar por el puente viejo para dirigirse a la zona, donde según las referencias, se da la vida nocturna en Florencia: La Plaza del Santo Espíritu. Suena paradójico, pero a orillas de una iglesia, terminamos la fiesta, Dios nos pille confesados y a las cientos de personas que estaban el el lugar.
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Histórica guitarra. |
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Acercando la foto se puede ver que esto es un río |
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Iglesia del Espiritu Santo |
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La muchedumbre |
El día siguiente era de despedidas rápidas, yo me arrancaba al norte de la ciudad, a la estación de trenes Firenze Rifredi pues me iba rumbo a Eslovenia y Dayan desde el Campo de Marte se iba a Roma, ella aprovecho de tomar unas fotos de la ciudad subiendo a la parte alta de Florencia, que también recomendaban recorrer: La Piazzale Micheangelo.
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Desde el centro |
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Firenze desde las alturas |
Eso era Florencia, muy lindo y pequeño, lo suficiente para recorrerlo en menos de un día. Ahora nos ibamos por
Tren Italia rumbo a Eslovenia al festival de
Metaldays.
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