jueves, 13 de noviembre de 2014

Munich y el paraíso cervecero (¿Como sobrevivir a la Hofbräuhaus?)

Agosto, 2014.

Llegábamos al Aeropuerto Franz Josef Strauss, nuevamente estábamos aterrizando en el "Flughafen" de Münich, volvíamos al idioma germano y se iniciaba una vuelta desde el sur de Alemania hacia el oeste. Este era nuestro último vuelo por Europa, pues desde Munich, pensábamos llegar hasta España por tierra.

El arribo, un poco burocrático. En la aduana nos pidieron los pasajes de vuelta y alguna explicación de porque veníamos desde Turquía, un improvisado alemán para explicar nuestro recorrido y listo, volvíamos a entrar al Schengen. Traten siempre, siempre, de aprender algunas frases en el idioma del país donde van, cambia toda la perspectiva de quienes te reciben al lograr hacer este pequeño gesto, por lo menos eso percibimos del oficial que nos controló.

En el metro, unas cervezas, cosa que después nos percatamos que estaba prohibida desde hacía unos años atrás, incluso la ciudad de Münich, en ese último fin de semana cuando era "legal" beber, hacía un par de años, todo Munich se fue a los vagones del metro a beber, una forma especial de despedida. Bueno, nosotros abrimos nuestras birras en el vagón y al policía que iba sentado un poco más allá, poco le interesó, la máxima en Europa parece ser que no hay que molestar a nadie y nadie te molestará.

Alojamiento en Ibis Munich City West, un poco elevado el precio para lo que regularmente manejábamos, pero que encontramos a un buen precio por Booking y nos queríamos dar un gusto. El lugar, un lujo para nuestro hábito mochilero.

Recorrimos al día siguiente brevemente la ciudad, aprovechamos de hacer todo lo que podíamos hacer en un día, como ir al centro histórico, enterarnos de que esta ciudad fue la cuna del Nacionalsocialismo y uno de los primeros focos donde Hitler tuvo atención. Fuera de eso, Münich tiene bastantes cosas a las cuales prestarles atención como el Neus Rathaus, la Catedral de Munich (donde dicen que vive el diablo) hasta la Odeonplatz, donde se obtiene una de las mejores postales de la ciudad.






Aunque no todo en Baviera es cerveza, no podíamos evitar la tentación de entrar a la Hofbrauhaus.

¿Te imaginas entrar a un edificio que se jacta de ser una de las cervecerías más grandes del mundo? ¿Te imaginas esa cervecería en una de las ciudades con más tradición cervecera de mundo?¿Te imaginas que ahí solo sirvan en jarros de un litro?

Claramente la entrada fácil de localizar, el desafío viene a la salida. Metro Marienplatz es el punto cercano, para reunirse, pues también es el centro neurálgico de toda la ciudad.

Hofbräu es una de las 6 cervezas que se producen en el anillo metropolitano de Münich, junto a Paulaner, Ausgustiner, Löwenbräu, Hacker-Pschorr y Spatenbräu. Munich es ciudad de tradición cervecera, conocida por su Oktoberfest, donde las 6 cervezas mencionadas son las encargadas de darles de beber a los asistentes. Hofbräuhaus es de una traducción "tarzanesca" al español la casa de Hofbräu, por ende al tener estos breves datos, sabíamos que nos íbamos a encontrar con un recinto de respeto e historia.

La Hofbräuhauses un recinto cervecero que se jacta de ser el más grande del mundo, claramente este titulo tiene muchas aristas si se quiere analizar fríamente, pero no deja de sorprender las dimensiones de tal terreno al ser un edificio gigante, lleno de mesas para beber el sagrado brebaje en una ambientación decorada de tradicionales atuendos bávaros.


Pero primero, el desafio será buscar una mesa, muchas de las cuales están a nombre de familias que se han ganado el derecho a tener una mesa de por vida. Ese simple requisito solo lo logran los afortunados que son socios de la Hofbräuhaus, no cuesta mucho, sólo 15 años asistiendo mensualmente a beber cerveza. Todo un orgullo ser socio del recinto.

Una vez en el recinto, se puede elegir entre la Dark y la Original. Existe una carta donde tambien se agregan versiones Radler (con limon) y cerveza sin alcohol (?). El lugar está abarrotado siempre, hay mucho ambiente, es como una gran fiesta cervecera todos los días. El recinto es enorme, hay un patio interior gigante, los baños estan equipados a la altura con unos vomitorios para quienes quieren vaciar el estomago para seguir bebiendo, a la usansa romana.



Nosotros cuando fuimos, entramos dos veces, los datos más importantes los obtuvimos de los free tour de Sanderman y con el tour cervecero de la misma empresa. Donde logramos tener más información de la Hofbrauhaus más allá del menú cervecero. La experiencia recomendada para asistir a una cerveceria donde diariamente circulan 35.000 comensales, llena, agitada, ruidoso ambiente, pero clasico bávaro como se nos comentaba, un ambiente de fiesta que te invita a beber el liquido más sagrado de Munich, ese mismo que sirvió para cuando en el 1823 se empezó a incendiar el vecino Teatro Nacional de Munich, y como no había sistema de grifos para apagar el incendio, se hizo un cordón humano de cerveza para extinguir las llamas. Finalmente el teatro se incendió igual, pero toda la ciudad termino borracha de alegria. De todas maneras, no es la única cervecería, después nos pasamos a una donde ofrecían la Agustiner, uno de los buenos manjares que ofrece la ciudad, todo un placer para nuestros paladares. En la zona central y cercana a la Marienplatz, pueden encontrar algunas de las cervecerías que invaden la ciudad de Münich, el paraíso de los bebedores del sagrado fermentado.





Esa es la Hofbrauhaus, simbolo de Münich y de su tradición cervecera.

Bandas típicas

Desde la cervecería más grande del mundo.
Ya el siguiente día nos íbamos temprano a la Estación Central, nuestro tren nos esperaba. Pasaríamos 9 horas cruzando todo Alemania, después desviándose al oeste, pues nuestro próximo destino es Amsterdam, pero esa es otra historia.




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Estambul II << Münich >> Amsterdam

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